Elegantes Torturas

Saludos gentee roOsticera =D el diaa de hOi, repentinamente decidi hablarlees acerca de las "elegantes" torturas a las que eran sometidas las mujeres de antaño...oseasee les voi a hablaar de lo quee en realidad habiaa debajoo de sus ropaas...jajajaja noo señores noo me refiiero a lo qe paso por sus mentees xD sino al verdadero dolor qe sentian al portar estas preciosas prendas asi tipo Amor Real para qe se deen una idea...

Entre 1840 y 1870, la silueta femenina se compuso de cinturas de avispa y faldas amplísimas que barrían el piso. Este estilo era excelente para ocultar caderas voluminosas, piernas cortas y glúteos excesivos, pero también era incomodísimo para circular, correr y sentarse. Ese efecto se conseguía con un artefacto conocido como miriñaque, y que existía desde los días del Quijote donde era llamado “verdugado”. El famoso miriñaque era una armazón de varillas de madera o metal flexible que levantaba las faldas como una tienda de circo y que necesitaba de una experta caminante que no se enredase y se fuese al suelo impulsada por esa misma trampa. Además las varillas deben haber dejado más de un moretón en las piernas de sus dueñas. Menos engorrosas que el miriñaque eran las crinolinas Una serie de enaguas muy almidonadas que ejercían la misma función que la del miriñaque, la de formar una campana bajo la falda. Aunque el miriñaque quedó extinto en 1870, el modisto Christian Dior puso de modas las crinolinas en su “New Look” del 47 y siguieron haciendo furor a través de toda la Era del Rock como podemos apreciar en películas de Elvis o Vaselina.

Ingenuas fueron las mujeres al creer que poniéndose los “bustiers” que Madonna promovió en los 80’s, vivirian la experiencia de las damas victorianas con sus corsés (duuuuuuuh xP). Ninguna prenda moderna es tan dolorosa o nociva como ese aditamento que controlaba la figura, la salud y la vida de las mujeres decimonónicas. El verdadero corsé estaba cubierto de varillas metálicas, las famosas “ballenas” que se hundían en la carne de quien lo vestía. Para tener cinturas diminutas y bustos erguidos, las mujeres obligaban a que las apretasen hasta quedar como embudos humanos sin poder tragar y casi sin respiración. Por eso las señoras vivían desmayándose garbosamente. El uso del corsé provocó muchos daños en los cuerpos de usuarias, provocó abortos, e incluso ruptura de órganos internos. Sin embargo, el corsé era una ley implacable. Finalmente, fueron las pioneras del Oeste quienes descubrieron que el corsé y el trabajo pesado no combinaban, por lo que lo descartaron para las tareas de la granja. Sin embargo las habitantes de la urbe siguieron usándolo hasta la Primera Guerra Mundial.

Los pies.

La era victoriana fue una época discordante en lo que respecta a la moda. Las damas podían escotarse hasta el ombligo, pero al salir siempre debían llevar la cabeza cubierta o con sombreros o mantillas. En Amor Real más de una vez hemos visto a Adela Noriega con los brazos y parte del pecho descubierto, pero lo que jamás puede enseñarse es lo que se lleva bajo la falda. Las piernas iban enfundadas en gruesas medias de lana o algodón que se sujetaban con ligas. Solo las damas muy ricas usaban medias de seda para toda ocasión. En general, éstas se reservaban para las fiestas. El calzado también estaba diseñado para ocultar los pies y consistía en botines acordonados y con tacos bajos o altos, no muy diferentes a los que están de moda hoy en día. La diferencia es que la combinación de esos tacones y esos miriñaques engorrosos darían mayor oportunidad para las torceduras de tobillo.

Para dormir, las damas usaban camisones de batista, algodón, o franela en invierno. Como lo normal era que las mujeres tuviesen el cabello hasta más debajo de la cintura, durante el día este se usaba en peinados altos, pero durante el sueño se cubría con gorritos. Sobre la piel y debajo de crinolinas y corsés, las mujeres usaban camisolas y pantaletas que hasta los 1850’s llegaban hasta los tobillos. En 1860 se acortaron hasta la rodilla y eran abotonadas. Como podemos ver, en ese siglo las mujeres ocupaban una postura social casi de esclavas e incluso su vestuario las esclavizaba. Con razón la mujer victoriana era poco activa. Se esperaba que fuese pasiva, doméstica, y, de todos modos, cualquier espíritu aventurero que tuviese era coartado por su vestuario.

=O iaa vierOn !! oseasee desde hacee siigloos qe se sufre pOr eel artee...ps si la bellezaa cuesstaa qieen dijo qe no??!

wenO pOezz

tengaan un lindOo viierness i lo ke less qedee de hoii jueves =D

los qierO!

ciiaO

bexos!